👨Dr Fernando de la Guía
Miocardiopatía arritmogénica del ventrículo derecho
Definición y Etiología.
La miocardiopatía arritmogénica, también conocida como
displasia arritmogénica del ventrículo derecho (DAVD o MAVD) es una enfermedad
miocárdica que se caracteriza histopatológicamente por el reemplazo
progresivo del miocardio del ventrículo derecho por tejido adiposo o
fibroadiposo. Constituye una de las principales causas de muerte súbita en
personas jóvenes.
Así pues, es una enfermedad hereditaria del músculo
cardíaco progresiva caracterizada por inestabilidad eléctrica ventricular que
puede conducir a parada cardiaca de origen arrítmico, sobre todo en personas
jóvenes y atletas. Alrededor del 30-50% de los fallecidos tienen
antecedentes familiares de muerte súbita en edades tempranas. Las
actuales estimaciones de prevalencia varían de 1:1000 a 1:5000 en la población
general, principalmente varones, diagnosticados antes de los 40 años de edad,
siendo la edad media en el momento del diagnóstico de alrededor de los 30 años,
siendo muy excepcional la presentación en mayores de 65 años. En Italia
hay regiones donde la prevalencia alcanza cifras de 1:2000.
Los estudios genéticos moleculares han demostrado que
la MAVD es un trastorno genético como consecuencia de proteínas desmosomales
defectuosas, generalmente con una herencia autosómica dominante, con penetrancia
incompleta y expresividad variable. La característica patológica de la
enfermedad es la pérdida progresiva de miocardio (por la pérdida de integridad de los desmosomas) con la consecuente muerte de
los miocitos y aparición de una cicatriz fibroadiposa, de tal manera que
los miocitos residuales interpuestos entre grasa y fibrosis constituyen el
sustrato ideal de las arritmias ventriculares, insuficiencia cardíaca e incluso
muerte súbita cardíaca (MSC).
El primer caso conocido fue el de un joven médico
italiano que debutó con episodio de muerte súbita mientras estaba jugando al
tenis, en el año 1977. En 1982 se empleó por 1ª vez el término de
DAVD para describir esta entidad.
Se han identificado 7 genes asociados a la MAVD, 4 de
ellos codifican proteínas del desmosoma (proteínas de unión intercelular y reguladoras de vías metabólicas),
y aproximadamente el 45% de personas presentan una mutación que afecta a
la proteína placofilina-2 (PKP2), responsable de la unión intercelular. Se han descrito más de 140 mutaciones, pero
el diagnóstico por técnicas moleculares únicamente es positivo en la mitad de
los pacientes.
El ejercicio y el deporte en los pacientes MAVD.
Lo habitual es que la enfermedad curse silente en el
paciente joven, hasta que debuta con un cuadro de muerte súbita asociado
habitualmente con el ejercicio. También puede cursar con síntomas de
insuficiencia cardiaca derivados por dilatación del ventrículo derecho o
biventricular. La actividad física puede desencadenar arritmias
ventriculares en algunos pacientes con MAVD. Un estudio retrospectivo
sugiere que la actividad deportiva de competición se asoció con 5 veces más
riesgo de MSC en adultos y adolescentes jóvenes con MAVD. Así pues,
el deporte ha sido implicado como un factor en la progresión de la enfermedad
con disfunción ventricular derecha, aunque aún no existe una confirmación definitiva
a esta afirmación.
La Task Force 3 de la AHA (JACC 2015) en relacion con la MAVD, contraindica la actividad física competitiva en deportistas con diagnóstico de certeza, criterios limítrofes o diagnóstico probable de displasia arritmogénica. No se recomienda el implante de DAI para permitir la participación en deportes de alta intensidad.
Datos recientes sugieren que una enfermedad similar a la MAVD podría estar asociada con el ejercicio intenso de resistencia en ausencia de alteraciones desmosómicas demostrables.
La Task Force 3 de la AHA (JACC 2015) en relacion con la MAVD, contraindica la actividad física competitiva en deportistas con diagnóstico de certeza, criterios limítrofes o diagnóstico probable de displasia arritmogénica. No se recomienda el implante de DAI para permitir la participación en deportes de alta intensidad.
Datos recientes sugieren que una enfermedad similar a la MAVD podría estar asociada con el ejercicio intenso de resistencia en ausencia de alteraciones desmosómicas demostrables.
Todos los trabajos publicados en relación con la DAVD
remarcan que los pacientes diagnosticados de esta miocardiopatía no deben
realizar deporte de competición o resistencia. Es importante reconocer
unos factores de riesgo mayores, entre lo que incluiríamos la presencia de TV
no sostenida, síncope no explicado y la disfunción sistólica severa del VD o de
ambos ventrículos, de tal manera que la afectación de VI se considera de peor pronóstico.
Diagnóstico.
El diagnóstico de la MAVD se basa en los criterios
propuestos originalmente en 1994 por el International
Task Force (muy específicos pero sin sensibilidad suficiente para el diagnostico en etapas iniciales), con una revisión en 2010 (ver en referencias). El
diagnóstico se basa en la combinación de hallazgos genéticos,
electrocardiográficos, arrítmicos, morfo-funcionales e histopatológicos. En
resumen se precisa:
- Diagnóstico
definitivo: dos
criterios mayores o un criterio mayor y dos menores, o cuatro criterios
menores de categorías diagnósticas diferentes.
- Diagnóstico
limítrofe: un
criterio mayor y un criterio menor, o tres criterios menores de categorías
diagnósticas diferentes.
- Diagnóstico
posible: un
criterio mayor o dos criterios menores de categorías diagnósticas
diferentes.
El ECG es de particular valor, ya que
las alteraciones electrocardiográficas pueden estar presentes en hasta el 80%
de pacientes, aunque los criterios son poco específicos. Las anormalidades
más comunes incluyen duración prolongada del QRS ≥110 ms, ondas T invertidas en
derivaciones precordiales derechas (V1-V3 ) o más allá en ausencia de bloqueo completo
de rama derecha en individuos >14 años de edad, o potenciales tardíos en
hasta el 74% de los pacientes MAVD. La presencia de ondas Epsilon
(potenciales de baja amplitud al final del complejo QRS) también son comunes,
pero muestran una reproducibilidad baja entre observadores. Las arritmias
ventriculares, en concreto, complejos ventriculares prematuros (CVP) o taquicardia
ventricular no sostenida/sostenida (TVNS) son relativamente comunes en los
pacientes MAVD y típicamente presentes con un patrón de bloqueo de rama
izquierda ya sea eje superior (QRS negativo o indeterminado en derivaciones inferiores, y QRS positivo en aVL) o inferior.
La realización de un estudio electrofisiológico ante sospecha de MAVD tiene una recomendación IIa, estando indicado en pacientes que presentan TV incesantes a pesar de la medicación antiarrítmica, pero nunca como una alternativa al desfibrilador. La ablación por catéter estaría indicada en pacientes con TV de repetición, cuando se sospeche de un foco predominante y el control farmacológico no sea óptimo.
La realización de un estudio electrofisiológico ante sospecha de MAVD tiene una recomendación IIa, estando indicado en pacientes que presentan TV incesantes a pesar de la medicación antiarrítmica, pero nunca como una alternativa al desfibrilador. La ablación por catéter estaría indicada en pacientes con TV de repetición, cuando se sospeche de un foco predominante y el control farmacológico no sea óptimo.
Técnicas de imagen:
La ecocardiografía, la angiografía ventricular derecha
y la cardioresonancia (CMR) pueden mostrar una cavidad ventricular derecha
globalmente dilatada, pero las alteraciones cinéticas tales como los
abombamientos y aneurismas en la pared ventricular derecha pueden preceder a la
dilatación del VD. La CMR también permite la identificación de zonas
de intensidad de señal alterada, como consecuencia del reemplazo de grasa, y
presencia de realce tardío de gadolinio (LGE) correspondiente a las cicatrices
fibróticas en el VD y/o VI. Por su parte, los atletas (en su mayoría se dedican
a disciplinas de resistencia) suelen presentar un ventrículo derecho dilatado
con una función sistólica conservada y, lo más importante, con ausencia de
anomalías segmentarias del contractilidad de la pared ventricular. Sin embargo
puede suceder que en algunos pacientes con MAVD las pruebas de imagen presenten
alteraciones leves y el paciente tenga taquiarritmias clínicamente relevantes.
El diagnóstico genético de MAVD
podría ser útil en ciertos casos para estudios de screening familiar, con el
objetivo de diagnosticar familiares afectados que podrían beneficiarse del
tratamiento y de modificaciones de estilo de vida. Así pues se recomienda
estudiar a todos los familiares por lo menos 1 vez, repitiendo este estudio
cada 2-3 años en las primeras etapas (adolescencia y juventud). Dado que
únicamente la positividad de los test moleculares es del 50% aproximadamente, no
se recomienda realizarlo de forma rutinaria.
Tratamiento
Evidentemente el tratamiento
no es curativo, y las medidas que se adoptan van dirigidas a evitar las
complicaciones derivadas de la miocardiopatía (insuficiencia cardiaca,
arritmias ventriculares, muerte súbita). Esta terapia se basa en:
- Desfibrilador (DAI): está indicado en pacientes
con arritmias ventriculares, muerte súbita reanimada, dilatación y
disfunción ventricular derecha, taquicardias ventriculares no sostenidas,
sincopes de etiología incierta. En aquellos que permanezcan
asintomáticos y sin factores de riesgo, las recomendaciones actuales contraindican
el implante
- Fármacos antiarrítmicos (FAA) en pacientes con
DAI que están padeciendo descargas apropiadas repetidas, siendo los
beta-bloqueantes los recomendados. El empleo de otros FAA (sotalol,
amiodarona) no está demostrado que disminuyan el riesgo de MSC.
- En caso de insuficiencia cardíaca, se trataría
con la terapia habitual (IECAs, Bbloqueantes, diuréticos, etc), mientras
que el trasplante cardiaco se plantearía en caso de fracaso de terapias
previas.
Así pues, cada vez conocemos más
sobre la etiopatogenia de la MAVD, sobre los factores de riesgo y la terapia a
emplear, pero evidentemente hay una gran dificultad en el diagnóstico de esta
entidad, supone un reto para los profesionales que nos dedicamos a la
cardiología.
REFERENCIA
Marcus FI, McKenna WJ, Sherrill D, Basso C,
Bauce B, Bluemke DA, et al. Diagnosis of arrhythmogenic right ventricular
cardiomyopathy/dysplasia: proposed modification of the Task Force criteria. Eur
Heart J. 2010;31:806-14.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20172912
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Quarta G, Elliot PM. Criterios diagnósticos
para la miocardiopatía arritmogénica del ventrículo derecho.
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