💻 Dr. Fernando de la Guía
@Cardio_delaGuia
@Cardio_delaGuia
¿Debemos prescribir ácidos grasos omega-3 para mejorar la salud cardiovascular?
Interesante revisión sistemática Cochrane sobre los ácidos grasos omega-3 y
su supuesta protección cardiovascular.
A la luz de los resultados obtenidos, los ácidos grasos omega-3 pueden no
reducir el riesgo de eventos cardiovasculares, muertes por enfermedad coronaria
(EC), derrames cerebrales o arritmias cardíacas.
Esta revisión sistemática Cochrane que abarcó hallazgos de 79 estudios con
más de 112.000 personas no encontró evidencia de que el aumento del consumo de
ácido alfa linolénico (ALA) y ácidos grasos omega-3 de cadena larga (LCn3),
ácido eicosapentaenoico o ácido docosahexaenoico mejoren la salud
cardiovascular o proteja contra la muerte por cualquier causa o eventos
cardiovasculares. El LCn3 deriva del pescado, mientras que el ALA (ácido graso
omega-3 de cadena más corta) proviene de fuentes vegetales y se convierte
parcialmente en ácidos grasos LCn3 en el cuerpo.
Las evidencias obtenidas son:
1.- Evidencia de baja/moderada calidad en relación con que
el ALA puede reducir levemente los eventos cardiovasculares, la mortalidad y las
arritmias.
2.- Evidencia de alta calidad que sugiere que los LCn3
pueden reducir los triglicéridos y aumentar el colesterol de las lipoproteínas
de alta densidad (HDL).
Por ello, únicamente cuando haya una necesidad específica de reducir los triglicéridos,
podríamos emplear los suplementos de omega-3.
Se sigue insistiendo en otras
terapias más beneficiosas, como son una dieta equilibrada y sana, como por
ejemplo, la dieta mediterránea, y realizar ejercicio o actividad fisica de
forma habitual.
Así pues, nos
encontramos ante la evaluación sistemática más extensa realizada hasta la
fecha sobre los efectos de los ácidos grasos omega-3 sobre la salud
cardiovascular, que nos indican una evidencia moderada-alta de ausencia de
efecto beneficioso sobre la mortalidad o salud CV en aquellos personas que
toman suplementos con EPA y DHA (ácido eicosapentaenoico y ácido docosahexaenoico).
Hay una evidencia de baja calidad que sugiere que el ALA puede reducir
levemente el riesgo de eventos CV, la mortalidad por cardiopatía isquémica y
eventos arrítmicos.
Referencia