💻 Dr. Fernando de la Guía @Cardio_delaGuia
Prevalencia de la hipertensión en deportistas
La prevalencia de hipertensión arterial (HTA) en gente joven deportista es más baja que en personas de más edad, pero aún a pesar de ello, si nos centramos en EE.UU., la prevalencia de HTA en adultos jóvenes estaría entre el 4% y el 19%, mientras que en Europa esta prevalencia en el grupo de edad de 35 a 44 años se situaría hasta un máximo del 27%. Un estudio transversal italiano de individuos de 18 a 35 años mostró que el 11% de los estudiados tenía HTA.
Sin duda la HTA es uno de los trastornos cardiovasculares más comunes entre la población atlética joven en el contexto de la evaluación previa a la participación. Así, ciertas disciplinas deportivas (fútbol americano, béisbol, levantamiento de pesas) parecen estar asociadas con una mayor prevalencia de HTA. Un estudio publicado en 2013 destacó que los jugadores de fútbol tenían una mayor prevalencia de HTA en comparación con otros deportes (19% vs 7%), y otro mostró que la presión arterial promedio en los jugadores de la National Football League era más alta que la de los individuos de la misma edad y raza.
Sin embargo, un metaanálisis publicado en Br J Sports Med 2015; 49:716-23, indicó que existe una gran variabilidad dentro de los atletas, con una presión arterial sistólica media que varía de 109 ± 11mmHg a 138 ± 7mmHg y una presión arterial diastólica que varía de 57 ± 12mmHg a 92 ± 10mmHg.
La prevalencia de la HTA también difiere significativamente entre los estudios, de tal modo que puede variar desde el 0% al 83% cuando analizamos levantadores de pesas. Parte de esta variabilidad observada entre los estudios está relacionada con las diferencias de los métodos: o bien la definición de HTA no fue uniforme (con 11 definiciones diferentes entre los estudios), o los métodos para la medición de la presión arterial estaban pobremente estandarizados.
La prevalencia de la HTA también difiere significativamente entre los estudios, de tal modo que puede variar desde el 0% al 83% cuando analizamos levantadores de pesas. Parte de esta variabilidad observada entre los estudios está relacionada con las diferencias de los métodos: o bien la definición de HTA no fue uniforme (con 11 definiciones diferentes entre los estudios), o los métodos para la medición de la presión arterial estaban pobremente estandarizados.
Los datos preliminares del Instituto de Medicina y Ciencia del Deporte en Roma sugieren que en una gran cohorte de más de 2.000 atletas jóvenes competitivos (edad media, 24 años), la prevalencia de HTA era del 3%, incluida una pequeña minoría (<0,4%) de deportistas con HTA secundaria.
¿Las pruebas de esfuerzo pueden ser útiles?
Estas pruebas pueden proporcionar información adicional para evaluar la adaptación cardiovascular al ejercicio y analizar el aumento de la presión arterial durante el esfuerzo.
En un estudio reciente de una gran población de atletas olímpicos italianos (Caselli S, Am J Heart 2016; 177:120-8) se observó un aumento sustancial de la presión arterial sistólica (PAS) durante el esfuerzo en comparación con la línea de base (promedio, + 70 mmHg). A la inversa, la presión arterial diastólica (PAD) no cambió (promedio, + 1mmHg). Los valores superiores (definidos por el percentil 95) para la PAS y PAD en la población de atletas fueron 220 mmHg y 85 mmHg, respectivamente. El valor superior para la PAS fue 220 mmHg para los hombres y 200 mmHg para las atletas femeninas, y el valor superior para la PAD fue de 85 mmHg para varones y 80 mmHg para las atletas femeninas.
¿Cuál es el papel pronóstico de una elevada respuesta de la presión arterial al ejercicio?
Pues aún está en debate. La HTA inducida por el ejercicio se asocia con un mayor riesgo de futuros eventos cardíacos en voluntarios sanos y pacientes con HTA sistémica aislada, tal y como mostró un metanálisis (Smith RG J Am Soc Hypertens 2009; 3: 366–73), y otros estudios demostraron que la presión arterial elevada en reposo, o con un bajo nivel de esfuerzo o con el ejercicio máximo se asociaban con una mayor incidencia de futuros eventos cardiovasculares en un seguimiento de 20 años.
Sin embargo, un metanálisis más reciente no confirmó estas observaciones e informó resultados contradictorios (Am J Hypertens 2013; 26: 357–66). Es posible que una respuesta de presión arterial alta sea un signo inicial de deterioro funcional vascular y que su utilidad clínica se base en la identificación de sujetos prehipertensos.
Conclusión
Para finalizar indicar que debemos recomendar a los deportistas que presentan una respuesta tensional elevada aislada al ejercicio que realicen un seguimiento periódico, con especial atención a otros factores de riesgo cardiovascular, pero sin restricción del deporte competitivo.
REFERENCIA PRINCIPAL
The ESC Textbook of Sports Cardiology
Edited by Antonio Pellicia, Hein Heidbuchel, Domenico Corrado, Mats Borjesson, and Sanjay Sharma.
¿Las pruebas de esfuerzo pueden ser útiles?
Estas pruebas pueden proporcionar información adicional para evaluar la adaptación cardiovascular al ejercicio y analizar el aumento de la presión arterial durante el esfuerzo.
En un estudio reciente de una gran población de atletas olímpicos italianos (Caselli S, Am J Heart 2016; 177:120-8) se observó un aumento sustancial de la presión arterial sistólica (PAS) durante el esfuerzo en comparación con la línea de base (promedio, + 70 mmHg). A la inversa, la presión arterial diastólica (PAD) no cambió (promedio, + 1mmHg). Los valores superiores (definidos por el percentil 95) para la PAS y PAD en la población de atletas fueron 220 mmHg y 85 mmHg, respectivamente. El valor superior para la PAS fue 220 mmHg para los hombres y 200 mmHg para las atletas femeninas, y el valor superior para la PAD fue de 85 mmHg para varones y 80 mmHg para las atletas femeninas.
¿Cuál es el papel pronóstico de una elevada respuesta de la presión arterial al ejercicio?
Pues aún está en debate. La HTA inducida por el ejercicio se asocia con un mayor riesgo de futuros eventos cardíacos en voluntarios sanos y pacientes con HTA sistémica aislada, tal y como mostró un metanálisis (Smith RG J Am Soc Hypertens 2009; 3: 366–73), y otros estudios demostraron que la presión arterial elevada en reposo, o con un bajo nivel de esfuerzo o con el ejercicio máximo se asociaban con una mayor incidencia de futuros eventos cardiovasculares en un seguimiento de 20 años.
Sin embargo, un metanálisis más reciente no confirmó estas observaciones e informó resultados contradictorios (Am J Hypertens 2013; 26: 357–66). Es posible que una respuesta de presión arterial alta sea un signo inicial de deterioro funcional vascular y que su utilidad clínica se base en la identificación de sujetos prehipertensos.
Conclusión
Para finalizar indicar que debemos recomendar a los deportistas que presentan una respuesta tensional elevada aislada al ejercicio que realicen un seguimiento periódico, con especial atención a otros factores de riesgo cardiovascular, pero sin restricción del deporte competitivo.
REFERENCIA PRINCIPAL
The ESC Textbook of Sports Cardiology
Edited by Antonio Pellicia, Hein Heidbuchel, Domenico Corrado, Mats Borjesson, and Sanjay Sharma.