Dr Fernando de la Guía @Cardio_delaGuia
Interesante
trabajo británico que analiza datos oficiales estadísticos de Inglaterra y
Gales (ONS-LS), de 1991, 2001 y 2011 de mortalidad y cáncer, con seguimiento de
individuos que eran económicamente activos (es decir, mayores de 16 años, no
retirados del trabajo y que no eran cuidadores a tiempo completo), analizando los
desplazamientos que realizaban por transporte motorizado privado o público, caminando o en bicicleta, comparándose en términos de mortalidad por todas
las causas, mortalidad por cáncer, mortalidad por enfermedades cardiovasculares
e incidencia de cáncer. Los datos se ajustaron por edad, sexo, posesión de
vivienda, estado civil, etnia, educación universitaria, acceso al automóvil,
densidad de población y clasificación socioeconómica.
En
total 394.746 personas fueron incluidas en el ONS-LS. Murieron 13.983
personas, 3.172 por enfermedad cardiovascular y 6.509 por cáncer, y hubo 20.980
casos de cáncer incidentes. En los modelos ajustados, en comparación con
los desplazamientos en vehículos motorizados privados, el desplazamiento
en bicicleta se asoció con una tasa reducida de mortalidad por todas
las causas del 20%, una disminución del 24% en la tasa de mortalidad por
enfermedades cardiovasculares, una tasa 16% menor de mortalidad por
cáncer, y una tasa reducida del 11% de cáncer incidente.
En
comparación con los desplazamientos en vehículos motorizados privados, los
viajeros por ferrocarril tenían una tasa 10% menor de mortalidad
por todas las causas y una tasa de mortalidad por enfermedad
cardiovascular disminuida en un 21%, además de una tasa reducida de 12% de cáncer incidente.
Los
desplazamientos a pie se asociaron con una incidencia de cáncer 7%
menor.
Estos hallazgos aumentan la evidencia existente sobre los
efectos beneficiosos para la salud de los modos de viaje físicamente activos,
particularmente el uso de la bicicleta y el tren (porque supone actividad hasta
la estación más cercana), y sugieren que todos los grupos socioeconómicos
podrían beneficiarse. El gran tamaño de la
muestra y el largo período de seguimiento permite evaluar los efectos
potencialmente diferenciales entre los diferentes grupos. Al incluir hasta
25 años de seguimiento, este estudio británico se suma a la evidencia existente
sobre los efectos beneficiosos para la salud de los modos de viaje físicamente
activos, incluido el uso de ciclismo y tren.
Por lo tanto, se concluye que se debe potenciar
el empleo de desplazamientos al trabajo utilizando medios diferentes al
vehículo privado o propio, resaltándose los importantes beneficios de los
desplazamientos en bicicleta, ya se asocian con una tasa reducida de mortalidad
por todas las causas, mortalidad por enfermedades cardiovasculares y mortalidad
por cáncer, y cáncer incidente, en comparación con los desplazamientos en
vehículos motorizados privados.
Así pues, siempre que sea posible, deberíamos desplazarnos a
nuestro trabajo en bicicleta o caminando y, en menor medida, en transporte
público, ya que según este trabajo, se asocia a un menor riesgo de muerte
prematura y de padecer enfermedades que quienes utilizan el coche.
REFERENCIA
Patterson R, Panter J, Vamos EP, Cummins S, Millett Ch, Laverty AA.
The Lancet Planetary Health
2020; 4:e184-94.