Retorno al deporte tras pericarditis o miocarditis post covid19

Hemos de recordar que la presentación clínica de la infección por SARS-CoV-2 en niños suele ser menos grave que en adultos, y las secuelas cardíacas son raras.

Los deportistas jóvenes con COVID-19 suelen permanecer asintomáticos o con síntomas leves, con un curso clínico benigno y suelen regresan al deporte sin secuelas. Pero también es cierto que un pequeño porcentaje puede sufrir el temido síndrome inflamatorio multisistémico, respuesta hiperinmune rara pero grave en las primeras 6 semanas después de la infección aguda (2 por 100.000 personas menores de 18 años). 

El ECG en reposo, la prueba de esfuerzo y el ecocardiograma deben incluirse en en el reconocimiento de los deportistas con síntomas prolongados o más que leves durante la infección por SARS-CoV-2 

La resonancia magnética cardíaca se puede realizar en deportistas con manifestaciones cardíacas graves de la enfermedad o anomalías en la evaluación basal. 

  • Los deportistas diagnosticados de pericarditis pueden volver a jugar después de 1 a 3 meses, en ausencia de síntomas y hallazgos clínicos normales.
  • Aquellos con miocarditis, el ejercicio debe ser restringido  3 a 6 meses,  y solo reanudar sus actividades cuando todos los índices de inflamación se hayan normalizado.

Si la evaluación y el examen previos a la participación son normales, no se necesitan más pruebas, pero se justifica un seguimiento estrecho. 

El regreso al deporte debe ser gradual y debe durar al menos 7 días o más dependiendo de la tolerabilidad del ejercicio en caso de formas más graves de COVID-19.

Estas recomendaciones están extraídas del primer documento de consenso que representa una posición oficial de la Sociedad Europea de Cardiología para un regreso al deporte pragmático en atletas juveniles y adolescentes.



REFERENCIAS

Cardiac screening prior to return to play after SARS-CoV-2 infection: focus on the child and adolescent athlete: A Clinical Consensus Statement of the Task Force for Childhood Health of the European Association of Preventive Cardiology 

Autor del comentario: Dr Fernando de la Guía. Cardiólogo